La receta de hoy es muy sencilla y muy rápida, lo que la hace más que completa, no os parece? jeje! Muchas veces cuando pienso en hacer una tarta me da una pereza horrible hacer el bizcocho y esperar una hora o más a que se hornee, dejarlo enfriar, etc. Vamos, que prácticamente lo tienes que tener preparado el día de antes para luego decorar y que no esté caliente ni nada.

Seguramente no os descubro nada nuevo, porque estos moldes de layer cakes individuales yo ya los había visto hace mucho en blogs, programas de televisión y demás. Pero nunca había hecho mucho caso y no los había comprado. Pero hace poco los vi en una tienda a muy buen precio y me lancé. Me cogí dos porque en mi horno no cabrían de todas formas más, así que con eso ya me va bien. Y dejadme deciros que son una maravilla maravillosa!!

Hago la masa como hasta ahora, con el sabor que haya elegido para la ocasión, pero es que al ser tan finitos el bizcocho está listo en 10-12 minutos!! os lo podéis creer?? Porque yo no me lo creía... Os preguntaréis si es tan esponjoso y jugoso como cuando lo hacéis en el molde de siempre, y la respuesta es sí, sale exactamente igual (siempre que le cojáis bien el tiempo y no se os pase, claro).

Así que mi recomendación es comprarlos sin pensarlo dos veces! Los míos son de una pieza, pero también los hay que se desmoldan por abajo, lo que los hace aún más prácticos. Yo a estos les pongo un trozo de papel de hornear abajo y engraso el resto y no se pegan nada. Vamos, que son mi mayor descubrimiento desde hace mucho.


Por otro lado, hice un experimento de bizcocho que vi hace unos días en instagram para la capa central de chocolate. Es un bizcocho de helado! Sí, si lo piensas el helado ya tiene casi todos los ingredientes de un bizcocho, sólo le falta la harina. Así que eso es lo que lleva: helado y harina. Vamos con la receta:




BUEN PROVECHO!!!