Esta semana os traigo una receta de las que marcan un antes y un después en vuestras vidas! jeje! y no es una forma de hablar, es que una vez que pruebas la crema de oreo se convierte en tu favorita del mundo mundial, es así y no hay remedio. 

Yo, que renegaba de las oreo porque no entendía que a todo el mundo le gusten tanto si no las encuentro tan buenas… yo, que no sabía por qué tanta historia con comerse el relleno de las oreo… vamos, que como veréis no soy gran amante de estas galletas, y por eso seguramente nunca había hecho caso de incluirlas en cremas o similares. Pero un día de aburrimiento reposteril y de querer cambiar se me vinieron a la cabeza, así que me fui por una caja de mini-oreos (para no empezar tan fuerte, jejeje!).

Además, coincidía que era el cumple de mi hermano, que es amante del chocolate total, así que era una ocasión perfecta para utilizarlas, y si era poco, añadirle un poco más de ganaché de chocolate. Vamos, que la tarta en sí es una bomba, pero merece la pena 100% hacerla y probarla. Así que ahí va la receta: 

Ingredientes bizcocho
3 huevos
300g azúcar
200ml aceite
300g harina
1 pizca de sal
1 cucharada levadura
½ cucharada bicarbonato
1 cucharada pasta de vainilla
300ml leche

Ingredientes crema de oreo
300g azúcar glass
125g mantequilla pomada
125g crema de queso
galletas oreo (2 paquetes pequeños)

Ingredientes ganache
200ml nata postres
200g chocolate postres

Para preparar el bizcocho separamos las claras de las yemas y batimos a punto de nieve. Cuando estén bien montadas añadimos el azúcar poco a poco hasta conseguir un merengue. Sin parar de batir añadimos las yemas una a una y cuando esté bien integrado el aceite. Por otro lado tamizamos todos los ingredientes secos (harina, levadura y bicarbonato) y añadimos en tres veces, alternando con la leche. Por último ponemos la vainilla y batimos hasta que la masa esté bien mezclada. 

Forramos un molde con papel de horno y engrasamos bien para que no se pegue. Precalentamos el horno a 180º y horneamos durante 45-50 minutos o hasta que lo pinchemos y salga seco. 

Cuando esté listo lo sacamos, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez frío laminamos en dos o tres pisos, en función de la altura que nos haya cogido. Reservamos.

Para preparar la crema ponemos el azúcar glass tamizado en la batidora junto a la mantequilla a temperatura ambiente (pomada). Batimos durante al menos 4 ó 5 minutos hasta que tengamos una rema bien blanca. En este punto añadimos la crema de queso y seguimos batiendo durante otros 4 ó 5 minutos. Cuando tengamos una mezcla bien cremosa y homogénea añadimos las galletas oreo (que previamente habremos triturado con la picadora o metiéndolas en una bolsita y machacando!) y batimos 1 minuto más. 

Previamente también habremos preparado la ganache, ya que debe estar fría para poder utilizarla. Calentamos la nata hasta que hierva. Habremos troceado el chocolate en un cuenco al que añadiremos la nata hirviendo y removemos hasta que se derrita por completo y tengamos un chocolate espeso. Dejamos enfriar hasta que esté más sólido y para utilizarlo con la manga vamos a montar la ganaché antes de utilizarla. Simplemente ponemos la mezcla de chocolate en el bol de la batidora y batimos un poco para que coja más cuerpo.

Una vez que tengamos ambas cremas hechas, ponemos una lámina de bizcocho y sobre ella una capa de crema de oreo y añadimos varias galletas troceadas con las manos encima de la crema. Colocamos así todas las capas de nuestro bizcocho. Por último cubrimos toda la superficie con la crema. Primero una capa finita para pegar las migas y dejamos enfriar. Luego una capa más grueso para que quede uniforme. Con la crema restante y el chocolate decoramos al gusto, y podemos añadir algunas oreo por encima para que no hay duda de nuestro ingrediente principal ;)

Aunque parezca un poco largo, la elaboración de esta tarta es bien sencilla, así que no dejéis de probarla porque os aseguro que triunfa entre los que la prueban… yo ya tengo cola pidiendo que la repita jejeje!

BUEN PROVECHO!!!