Qué tal lleváis el mes de septiembre?? El mío se está haciendo un poco cuesta arriba... aquí el mes de septiembre es un poco especial ya que empezamos con la fiesta de la patrona (la Virgen del Valle) y continuamos la semana siguiente con la feria... vamos, que realmente la depresión post-vacaciones se retrasa un poquito hasta mediados de septiembre... jejejeje... y de repente te encuentras con los días más cortos, las mañanas más frescas... vamos, con el otoño que se te presenta sin avisar! 

Y siempre a final de verano hay una celebración especial para mi... y de ahí viene esta receta de hoy! Se trata del cumple de mi ahijada Andrea que este año se ha plantado ya en los 14!!! Dios de mi vida... cómo pasa el tiempo... parece que hace dos días que era una enana con dos coletas y corriendo por ahí todo el día... y ahora ya es una mujercita que me sube casi una cabeza (y yo no soy precisamente pequeña... jejeje). Ella nunca me dice de qué quiere la tarta, pero yo sé muy bien que el chocolate le apasiona (a quién no!!), así que me dispuse a hacer la tarta superchocolateada con más chocolate, jejeje...

Esta semana os traigo una receta de las que marcan un antes y un después en vuestras vidas! jeje! y no es una forma de hablar, es que una vez que pruebas la crema de oreo se convierte en tu favorita del mundo mundial, es así y no hay remedio. 

Yo, que renegaba de las oreo porque no entendía que a todo el mundo le gusten tanto si no las encuentro tan buenas… yo, que no sabía por qué tanta historia con comerse el relleno de las oreo… vamos, que como veréis no soy gran amante de estas galletas, y por eso seguramente nunca había hecho caso de incluirlas en cremas o similares. Pero un día de aburrimiento reposteril y de querer cambiar se me vinieron a la cabeza, así que me fui por una caja de mini-oreos (para no empezar tan fuerte, jejeje!).