La de hoy será una entrada breve y sin receta, pero quería enseñaros la tarta que preparé el pasado viernes para celebrar el cumpleaños de mi padre. 

Era una tarta decorada con fondant, rellena de buttercream de nocilla blanca y negra y mojada con sirope de vainilla.

La decoración era sencilla, pero inspirada en el camión que tantos años lleva conduciendo el homenajeado y en los kilómetros que habrá hecho por las carreteras del mundo. 

Sólo necesitas un par de palillos, de los que habitualmente se utilizan para hacer brochetas, un folio, lápices de colores y un trocito de cuerda o hilo. Dibuja en el folio rectángulos o triángulos y píntalos de colores. Ten en cuenta que tienen que ser dobles para luego poder doblarlos dejando la cuerda por dentro para que cuelguen.

Pon cada sílaba de la palabra "felicidades", por ejemplo, en una de las piezas. Recórtalas y dóblalas por la mitad sobre la cuerda. Puedes pegarlas con pegamento de barra o con una grapa en su defecto. 

Calcula sobre tu tarta la distancia a la que deben estar los dos palitos, y anuda los extremos de la cuerda dejándo de forma que la palabra felicidades cuelgue ligeramente. Añades un par de velitas y tienes una tarta lista para cualquier celebración de cumpleaños. 

Os dejo también aquí una foto del relleno de la tarta que tenía un sabor muuuy rico!!